"Cuando la hoja de la parra empieza a enrojecer la chimenea has de encender"
Y asi es, año tras año...La naturaleza no se olvida de su cita...puntual e implacable. Podra hacer mas calor, podra llover menos pero llega el dia en que todo coincide, sin necesidad de calendario, en el tiempo y en el espacio. De repente una lluvia intensa y llega el viento de octubre anunciando el otoño. Azota furioso las hojas amarillas de las acacias...los nogales también se van desnudando, hojas muertas cubriendo el suelo, tapices multicolores que convierten el paisaje en un hermoso cuadro infinito.
Paseando por este jardin tan evocador se agradece entrar en La Parellada y disfrutar del calor de la chimenea. La luz que desprende la llama tiene el poder de lo ancestral, una fuerza atavica que conecta con tu interior como un rayo. El ambiente es genuinamente rural y comodo. La atraccion del fuego es instantanea y ante su espectacular danza el mundo se detiene.
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